Eduardo Abad, presidente de UPTA, «ya está bien, siempre son los autónomos los que pagan los platos rotos. El desabastecimiento de mercancías de consumo en vísperas de Navidad es una terrible irresponsabilidad económica, un conflicto entre empresas de transporte y logística que deben solucionar entre las partes».
Todos los pequeños negocios tienen depositadas sus esperanzas en las Navidades para tratar de enderezar un poco la pírrica facturación que han tenido durante el 2021. Autónomos que, en su mayoría, también tienen que asumir a pulmón, el sobrecoste de los carburantes, que, en muchos casos, son esenciales para desarrollar su actividad.
Por esta situación están pasando todos los trabajadores por cuenta propia que necesitan un vehículo para el transporte de sus mercancías: panaderías, pescaderías, carnicerías, fruterías, venta ambulante, etc. Con un agravante, que no solo se ha encarecido el carburante; los sectores comerciales de distribución de bienes de consumo, que en su mayoría son autónomos, también han sufrido de forma particular el incremento de la energía eléctrica en un año tremendamente duro.
Eduardo Abad, «el encarecimiento del carburante lo sufren los autónomos y las empresas de igual manera, salvo para aquellas en las que el combustible es un gasto deducible, pero para la inmensa mayoría de los trabajadores por cuenta propia no lo es. Desde UPTA reclamaremos para los autónomos exactamente las mismas concesiones que se otorguen a los transportistas en materia de carburantes. En ningún caso consentiremos que se trate de distinta manera a quienes tienen que utilizar forzosamente un vehículo industrial para desarrollar su actividad».
