• Desde abril de 2015 se han reducido un 8,6% los autónomos menores de 35 años. En 2015 en Cantabria, este grupo representaba un 14% del RETA; actualmente solo un 13%.
  • Las mujeres autónomas menores de 35 años apenas representan el 5% del RETA.
  • UPTA exige un plan nacional de emprendimiento juvenil en España al Ministerio del Trabajo y Economía Social y a las Comunidades Autónomas.

Desde UTAC expresamos nuestra preocupación ante la pérdida del 8,6% de trabajadores autónomos menores de 35 años en el transcurso de la última década, lo que se traduce en casi 460 jóvenes autónomos menos en Cantabria. Esta disminución puede reflejar una pérdida progresiva del atractivo del autoempleo como opción laboral estable para la juventud.

Actualmente, el autoempleo juvenil se concentra principalmente en el sector del comercio, que representa el 18% del total, seguido de las actividades profesionales, científicas y técnicas (11%) y la hostelería (9%). Este perfil sectorial muestra cierta diversificación que hace una década, cuando la mayoría de los jóvenes autónomos se concentraban principalmente en el sector servicios.

En los últimos años, se han llevado a cabo, por diferentes gobiernos, diversas medidas de fomento al emprendimiento juvenil, como la tarifa plana, la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, el programa de Garantía Juvenil y fondos europeos como Next Generation, destinando parte de ellos a la digitalización, impulso de startups y autoempleo juvenil. A pesar del volumen de iniciativas, España no ha contado con una política nacional coherente, estable y específica para el autoempleo juvenil. Para UPTA, el impacto real de estas medidas ha sido muy limitado y totalmente temporal, siendo propuestas que han sido diseñadas específicamente para perfiles tecnológicos, excluyendo a jóvenes con proyectos tradicionales.

Ante este escenario, UPTA reclama con urgencia la puesta en marcha de un Plan Nacional de Fomento del Emprendimiento Joven, para que, de manera específica, duradera, estructurada y global, se creen las condiciones adecuadas para adaptarse a la demanda de ese colectivo y que permita recuperar la confianza y generar nuevas oportunidades solventes para la juventud. Este plan debe ir acompañado de incentivos por parte de las administraciones, además de una modificación del tratamiento fiscal para este colectivo.

Para Eduardo Abad, presidente de UPTA, “no podemos permitirnos perder toda una generación de emprendedores. En un país con miles de jóvenes con talento, ideas y capacidad para emprender, ni las Comunidades Autónomas ni el Gobierno central están fomentando adecuadamente el autoempleo juvenil. No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando un milagro ante el inminente abandono de miles de actividades económicas por falta de relevo generacional. Debemos de abordar esta problemática también desde una perspectiva territorial, ya que el emprendimiento juvenil en el ámbito rural es prácticamente inexistente y es uno de los obstáculos de la `España vaciada´”.