UPTA España pone en valor la transformación del perfil emprendedor de la comunidad china, que lleva más de dos décadas contribuyendo de forma destacada al tejido económico del país, especialmente en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

La comunidad china en España es, hoy por hoy, la más predominante en el Régimen de Autónomos. Según los últimos datos, un 14% de los afiliados extranjeros al RETA son de procedencia china (66.515). Además, más de la mitad de los ciudadanos chinos en edad laboral (55%) son emprendedores, frente al 45% que trabaja por cuenta ajena en el régimen general, es la única comunidad que tiene más trabajadores autónomos que trabajadores por cuenta ajena en España.

Desde finales de los años 90, el emprendimiento chino ha crecido de forma exponencial en España. Durante los primeros años, los negocios se centraban en el comercio de proximidad, como bazares, tiendas multiprecio y restaurantes, y se convirtieron en paisaje habitual de muchos barrios españoles. Cabe destacar en ese periodo, el auge del Polígono Industrial Cobo Calleja, en Madrid, es un claro ejemplo del tejido empresarial que han desarrollado, centralizando la importación y distribución de productos de consumo.

En la última década, sin embargo, la comunidad china ha iniciado una transformación empresarial muy relevante. Frente a los rumores recientes que apuntan a una supuesta salida masiva del país, lo que está ocurriendo es un proceso de reinvención y diversificación. La subida de los precios, aumento de los costes del negocio, como el alquiler y suministros, junto con el cambio en el hábito de consumo derivados del auge del comercio online, no solo afectan a los negocios de autónomos nacionales. Estos factores también impactan en los negocios regentados por ciudadanos chinos, que en la actualidad se están adaptando a las nuevas necesidades del mercado y diversificando sus negocios.

Lejos de desaparecer, los negocios chinos están evolucionando. Se cierran algunos bazares tradicionales, pero surgen otros tipos de establecimientos más especializados y adaptados a las nuevas tendencias del consumo como son los salones de belleza, las tiendas de moda y complementos, los comercios tecnológicos, hostelería y servicios profesionales como academias, agencias de viajes o asesorías.

Eduardo Abad, presidente de UPTA, “ante la desaparición del pequeño comercio tradicional, que ha afectado también a los negocios de autónomos de origen chino, estos se han visto obligados a readaptarse y reinventarse. En lugar de seguir con la misma fórmula, han sabido orientar sus esfuerzos hacia el sector servicios, que es ahora el principal ámbito donde están consolidándose las nuevas actividades económicas.”