Está claro que el actual sistema, ha mermado de forma notable la revalorización de las pensiones para los 1.9 millones de pensionistas procedentes del RETA.
Uno de los principales objetivos de nuestra organización es la ruptura de la brecha que existe entre las pensiones de los trabajadores por cuenta ajena y los autonomos.
En la actualidad la pensión media de nuestro colectivo se sitúa en 691€, mientras que la de un asalariado es de 1.264 €.
Si nos fijamos en la media de las pensiones de jubilación, la distancia se incrementa exponencialmente, los asalariados perciben 1.505€, mientras que los trabajadores por cuenta propia cobran 775€ unos 730€ menos.
Esta, que es una realidad incontestable, nos lleva a la paradójica situación de la elección de las bases mínimas de cotización del 83,7% de los casi 41.600 de autónomos de Cantabria.
Una de las máximas preocupaciones del autónomo, siempre ha sido la pírrica pensión de jubilación que nos queda después de toda una vida trabajando.
Sin embargo, este problema es mucho más acuciado para los más de 9.100 autónomos con las rentas de trabajo más bajas, que por su situación económica no pueden contratar planes de pensiones privados adicionales, ni son capaces de ahorrar o juntar un patrimonio lo suficiente amplio para cubrir en su jubilación las necesidades económicas.
Pero no es menos cierto que más del 40% de los autonomos tienen contratados seguros de pensión privados, que redundan en la apatía de elevar las bases de cotización en el sistema público.
“Por ello desde UPTA queremos insistir en que el nuevo sistema, es razonable desde el punto de vista de la pervivencia del mismo, tendrá un efecto positivo en la revalorización de las pensiones y no será necesario acometer reformas que aumenten el periodo de la vida laboral ni recortes en las pensiones, tal como ha sucedido desde el año 2013.
Además desde nuestra organización seguimos inmersos en la reforma del RETA, el nuevo sistema de cotización en función de los rendimientos de trabajo, hará que los autonomos con ingresos por debajo del SMI (más de 9.100) reducirán su esfuerzo contributivo.
Es necesario dejar cerrado el nuevo sistema y devolver al RETA uno de sus principales cometidos, la justicia contributiva, pero está claro que hay quien prefiere mantenerse al lado de las clases económicas más pudientes, UPTA NO