Estas medidas son fundamentales para reducir la sangría que se está produciendo en el ámbito económico del trabajo por cuenta propia, con el encarecimiento de las materias primas y los suministros necesarios para desarrollar de forma eficiente la actividad. Además, está el suministro eléctrico, que con la subida actual, ha pasado a ser el segundo gran coste al que tienen que enfrentarse los pequeños negocios. Estas partidas están convirtiéndose en un lastre casi insalvable.
Eduardo Abad, alerta de la grave crisis, «desde UPTA consideramos prioritario poner en marcha soluciones para tratar de frenar el IPC y blindar a los autónomos y a sus familias de las acciones que aplicarán las entidades de crédito ante la inminente llegada de los impuestos especiales. La situación sólo puede empeorar y no debemos permitir que miles de familias, sobre todo las más vulnerables, afronten un invierno de penurias».