• Según un estudio de UPTA sobre la igualdad y los tiempos de trabajo en el colectivo,
    las mujeres trabajan de media entre 11h y 14h diarias y sus homólogos hombres entre
    9,5h y 10h diarias.

Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, UPTA Cantabria pone de manifiesto
las desigualdades que aún enfrentan las mujeres autónomas en la región. Aunque las mujeres
representan el 39% de las personas autónomas en nuestra comunidad (15.855), siguen
enfrentándose a una brecha salarial del 30% respecto a sus homólogos hombres. Además, las
mujeres autónomas reciben pensiones de jubilación medias un 25% menores que los hombres
(1.120,58 € vs 841,91 €), lo que refleja la precariedad que arrastran a lo largo de sus vidas
laborales.
Si nos centramos en los tiempos de trabajo, las mujeres autónomas dedican, en promedio, 4
horas más al día al trabajo remunerado que los hombres. Además, debemos considerar el
tiempo que dedican al trabajo no remunerado, que incluye los cuidados y las labores
domésticas, tareas que, en su mayoría, siguen siendo asumidas por ellas. De hecho, las mujeres
destinan, de media, 14 horas más por semana que los hombres a estas actividades.
A pesar de estos obstáculos, las mujeres lideran las tasas de emprendimiento en los últimos
años, pero todavía sufren dificultades para acceder a financiación, ya que tienen un 25% menos
de posibilidades de obtener un crédito empresarial que los hombres debido a la falta de
garantías o avales. Esta brecha no solo se refleja en lo económico, sino también en los sectores
donde las mujeres logran abrirse camino. Aunque están más representadas en el sector servicios
y en actividades cualificadas, su presencia en sectores tradicionalmente masculinos como la
construcción, la industria o el transporte es apenas del 10%.
Las mujeres que se aventuran en estos sectores enfrentan barreras invisibles como la
discriminación, el rechazo y el acoso. En este sentido, UPTA España ha realizado un estudio
titulado El Desafío de la Mujer Autónoma en Sectores Masculinizados , en el que se destacan las
dificultades que existen en sectores donde las mujeres apenas tienen visibilidad.
Desde UPTA, exigimos un cambio real y urgente. Necesitamos políticas públicas que eliminen la
discriminación de género en el trabajo autónomo y en todos los ámbitos de la sociedad. La
igualdad no puede ser solo un discurso político; debe convertirse en una realidad tangible para
las mujeres autónomas, permitiendo que vivan y trabajen en igualdad, sin barreras ni
precariedad.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, subraya que “las mujeres trabajadoras autónomas llevan
años demostrando una gran capacidad y dedicación, pero aún se enfrentan a barreras que
limitan su desarrollo profesional. Desde UPTA, estamos comprometidos en visibilizar su trabajo,
promover políticas públicas que favorezcan su crecimiento y fomentar la igualdad efectiva.
Debemos seguir trabajando para eliminar la discriminación, fomentar la corresponsabilidad y
garantizar que las mujeres tengan las mismas oportunidades y derechos que los hombres”.